¿Qué
es diversidad cultural?
Hablar de
diversidad cultural implica reconocer que hay diferentes formas de pensar, de
vivir, de ser feliz, de resolver los problemas, etc.
La diversidad es a menudo percibida como lo
contrario de la uniformidad y de la homogeneidad. En su sentido original y
literal, la diversidad cultural se referiría entonces simplemente a la
multiplicidad de las culturas o de las identidades culturales. Pero hoy en día
esta visión esta superada, la diversidad cultural es sinónimo de dialogo y de
valores compartidos. En efecto, el concepto de diversidad cultural, así como el
de biodiversidad, va mas lejos, entendiendo que cada cultura se desarrolla y evoluciona
en contacto con las otras culturas.
Se habla de diversidad cultural al interior de una
misma cultura o de un mismo sistema cultural –como le llaman otros– para
designar la multiplicidad de subculturas y de subpoblaciones que comparten un conjunto
de valores y de ideas fundamentales. En un contexto de mestizaje social, para
describir la cohabitación de diferentes sistemas culturales, o por lo menos la
existencia de otros grupos sociales importantes en el mismo territorio.
El
término diversidad cultural se refiere a la multiplicidad de formas en que se
expresan las culturas que componen una sociedad. Esta diversidad se aprecia tanto en las
actividades que realiza cada grupo social como en sus modos de adaptarse al
medio y la manera de manifestar sus estados de ánimo y expresar su pensamiento.
La
diversidad cultural se presenta en espacios donde conviven grupos. Por ejemplo, a lo largo de la historia del
Perú han cohabitado distintas culturas –la andina, amazónica, china, africana y
europea, entre otras- cada una con su particular visión del mundo y con sus
respectivas manifestaciones culturales.
Las
reacciones frente a la diversidad cultural pueden variar. Es posible incluso que ciertas influencias, consideradas
menos prestigiosas socialmente, no sean reconocidas o lleguen a ser
rechazadas. Esta actitud está ligada a
situaciones de desigualdad social, como, por ejemplo, el fuerte sentimiento
antiindígena que imperó en el Perú durante el siglo XIX.
Para
que un país pueda desarrollarse plena e íntegramente, sus habitantes deben
aceptar las diversas influencias culturales de manera armoniosa y en un
ambiente de respeto y diálogo.
El respeto por la
diversidad cultural
Respetar
la diversidad cultural implica
abrirnos a diferentes realidades y estar dispuestos a escuchar otras
experiencias sociales y culturales, así como a compartir nuestras propias
experiencias.
Según
la UNESCO, la
defensa de la diversidad cultural debe centrarse en dos campos de acción. El primero consiste en fomentar el pluralismo
cultural, y el segundo, en estimular el desarrollo de la diversidad creativa en
la sociedad. La lucha por el pluralismo
cultural busca garantizar una coexistencia armónica y una voluntad de
convivencia pacífica entre personas y grupos de orígenes culturales diversos
que habitan un mismo país. El desarrollo
de la diversidad creativa implica que todos los seres humanos tengan la
oportunidad de escoger una forma de vivir que consideren valiosa.
Diversidad Cultural en el Perú
La cultura es compartida es decir en
común.
La diversidad cultural es el rasgo
característico en la cuál nos sentimos parte del grupo como es la familia, la
escuela, el barrio, la sociedad, etc.
Ya que nos proporciona seguridad, el
sentimiento de formar parte de algo importante en nuestras vidas.
Los grupos más importantes en la
diversidad cultural son la familia y la escuela
Nos permite apreciar, aceptar,
compartir rasgos culturales, vivencias y
estilos de vida.
La diversidad cultural se expresa en un compromiso,
en un sentirse parte de algo que permite participar activamente en el logro del
bien común.
A la
diversidad cultural debe considerarse como parte de la biodiversidad, ya que forma
parte de nuestro hábitat social.
Características
La diversidad cultural es un componente
indispensable para reducir la pobreza y alcanzar la meta del desarrollo.
La
principal riqueza cultural del Perú radica en su diversidad.
Significa
aprender a "convivir" de una mejor manera promoviendo la
sensibilización sobre la relación fundamental entre la cultura y el desarrollo
y las formas de comunicación en esta relación.
¿Qué
tan diversos somos en el Perú?
¿Te
imaginas cuantas culturas hay en nuestro país?, .cuantas formas de pensar, de
ser, de divertirse, de expresarse, de curar, de hacer amigos, de trabajar, etc.?
Estas
diferentes formas de pensar y relacionarse con el mundo han producido diversos
sistemas para establecer justicia, de organización familiar y comunal, entre
otros. Es importante mirar a nuestros pueblos indígenas, no solo en función de
sus carencias, sino para reconocer la diversidad de organizaciones y sistemas
de relaciones que han desarrollado y que aun conservan.
Somos
un país megadiverso
El Perú
ocupa el decimo lugar entre los países megadiversos en el mundo. Esta diversidad
natural ha sido uno de los factores que ha promovido la diversidad de culturas,
pues las personas han tenido que responder a su medio de maneras diferentes.
Gracias a la riqueza creativa de los diferentes peruanos en distintos lugares y
tiempos, hemos desarrollado una enorme riqueza de saberes sobre hierbas
medicinales, cultivos, animales y sobre refranes que encierran filosofías de
vida. Sabiduría que ha sido fruto de la reflexión y de la contemplación, en las
zonas donde la naturaleza es impresionante; en estos lugares privilegiados,
muchos grupos han logrado comprender y respetar la armonía de la naturaleza, alcanzando
una sabiduría ecológica que es investigada y apreciada por los mayores científicos
del medio ambiente en el mundo. En estas zonas megadiversas, la abundancia impidió
que creciera la envidia y la codicia por acaparar, fortaleciendo el sentido de
grupo, de comunidad.
Pero las
culturas no están solo en la sierra y la selva, sino también en la costa; en la
ciudad tenemos, junto a la cultura rural, la cultura urbana. Todas estas
culturas están en constante intercambio, adaptándose y readaptándose,
produciendo organizaciones, técnica, ciencia, formas de sentir y de actuar, en
medio de relaciones de poder.
Esta
diversidad de idiomas, espacios físicos, costumbres, encierra una gran
diversidad de formas de pensar, de ver la vida, de entender el mundo; por lo
tanto, de actuar.
Actitudes
ante la diversidad
Que
sucede cuando grupos diversos culturalmente coexisten en el mismo espacio? Según
el Colectivo Amani (1994), cuando nos acercamos a otras culturas, con
diferentes ideas, puntos de vista, creencias, etc., suelen darse tres actitudes
prototípicas:
·
El etnocentrismo es cuando
una cultura se aproxima a otra y la evalúa desde sus parámetros, es decir,
coloca a su cultura como modelo o norma y valora desde su perspectiva. Este
tipo de relación esta promovida por una actitud de superioridad, pues al
comparar al resto según su punto de vista esta discriminando a las demás
culturas.
·
El relativismo cultural propone
que toda cultura es valida, por lo tanto, debe ser analizada desde sus propios
valores culturales y se rechaza la valoración de parámetros ajenos a ella.
·
Esta suerte de actitud de tolerancia hacia el otro evita el
debate, es decir, evita tomar una postura ante una situación delicada. El
relativismo conlleva a cierta forma de convivencia donde las sociedades se
encuentran, pero no entablan el dialogo: juntos pero no revueltos.
·
El interculturalismo promueve
una actitud de compartir y aprender a través de las culturas con el fin de promover
el entendimiento, la igualdad y la justicia en la sociedad diversificada. En
esta actitud se promueve el respeto a otras culturas y a la vez se desarrolla
una actitud crítica, en la que se acepta la cultura, pero se puede rechazar
alguna de sus instituciones.
Es
necesario recordar que en el Perú y en los países vecinos, nuestras culturas
originarias han guardado siempre un respeto por la diversidad, como lo señala
Arturo Rodríguez, asesor de la Asociación Interétnica de Desarrollo de la Selva
Peruana (AIDESEP): “[...] la cercanía geográfica y la comunicación
permanente entre los pueblos andinos y amazónicos, les ha permitido siempre
mantener relaciones horizontales y de mutuo enriquecimiento. De ahí la razón por la cual hemos tenido
Estados panandinos que han sabido hacer la “unidad en la diversidad”.
Sin
embargo, el cambio sustancial de esta actitud indígena se produjo con la invasión
colonial. El menosprecio por el “otro” es parte del “legado” colonial del que difícilmente
podremos apartarnos y por el cual aun sentimos desprecio entre nosotros mismos.
La
diversidad siempre ha existido, pero no siempre ha sido reconocida. Todo el fascículo
dos de esta serie nos muestra las consecuencias del no reconocimiento de la
diversidad.
Esta
realidad hace que nuestra diversidad sea a la vez un desafío y una oportunidad.
En la siguiente unidad desarrollaremos este aspecto.
La
diversidad cultural se manifiesta por la diversidad del lenguaje, de las
creencias religiosas, de las prácticas del manejo de la tierra, en el arte, en
la música, en la estructura social, en la selección de los cultivos, en la
dieta y en todo número concebible de otros atributos de la sociedad humana.
Diversidad cultural en la
familia y el aula
La
diversidad cultural se manifiesta en el ámbito familiar cuando la pareja proviene de diferentes culturas. Los hijos que nacen de estas familias se
nutren de los portes de ambos, los cuales deben conservar y difundir.
La
diversidad cultural se manifiesta en el aula
y en la institución educativa cuando los educandos provienen de grupos
culturales diferentes. El compartir el
aula con niños de diferente color o costumbres, lejos de ser un motivo de
conflicto, debe motivar en nosotros actitudes de respeto e interés por aprender
de ellos.
La
diversidad cultural en la familia y en el aula son un patrimonio que debemos
valorar, pues son una oportunidad para nutrirnos de distintas formas de
interpretar la realidad y de expresar social, cultural y lingüísticamente el
mundo que nos rodea.
El
racismo, la discriminación y la marginación son producto de la falta de
valoración de nuestra propia cultura o de las otras culturas de nuestro
país. Para lograr un desarrollo
auténtico y sostenido debemos ser conscientes de la riqueza que tenemos en
nuestra heterogeneidad. Debemos
enfrentar y evitar la homogeneización de la sociedad, la imposición de modas
culturales y l copia e imitación pasiva de otras culturas.